Tuesday, September 6, 2011

Ushuaia

Ya llevo en Ushuaia casi una semana y estoy sin tiempo para escribir y apenas para procesar fotos.

En resumen este Ushuaia está en un enclave increíble entre las montañas de Chile al otro lado del canal Beagle, el mismo canal y las montañas de Ushuaia. Este terreno fue esculpido a golpe de hielo por un glaciar hasta hace 20.000 años y eso se nota en lo escarpado de las montañas que nos rodean.
Además aquí está mi amigo Cris que me va presentando gente y explicando historia de los sitios a cada paso que damos.

Como no tengo tiempo para escribir  de lo que voy viendo le paso la palabra a Cris que tiene un texto muy bonito sobre las escuelas experimentales en las que trabaja y que son la razón, a partes iguales junto a Silvina, de que él esté acá:

Retransmisión XIX.


Tras una temporada desconectado del mundo cibernético vuelvo a la carga con una
nueva retransmisión. La nieve ya ha llegado. En este momento apenas veo los árboles
de enfrente. Cae tanta nieve que hasta la husky que nos visita asiduamente quiere entrar
en casa, pero Tere y Vicente han dejado clara su postura: “o ella o nosotros” y no
atienden a ninguno de los argumentos de Julia en favor del can.
La vida transcurre plácida y heladamente en este rincón del mundo. Trabajo de maestro
en la escuela de primaria Los Calafates, la misma en la que el año pasado hice el
periodo de observación. Iba a decir que “imparto” materias varias pero la verdad es que
no imparto nada porque a poco que uno se deje llevar las clases surgen solas, a poco
que uno escuche a los chicos y lo que pasa a su alrededor, las clases pasan de la Historia
de África y la leyenda del cementerio de elefantes (que tan impresionado me tenía a
mí de pequeño), a los volcanes en un golpe de: ¿y en África hay volcanes? porque yo
vi una vez en la tele…ah sí yo lo vi también dice otro y el volcán lo hizo un meteorito
que vino del espacio y de paso mató a todos los dinosaurios…eso no fue así salta el
tercero, pues claro que fue así dice el cuarto, mi abuelo lo vio de pequeño y me lo contó
y ahí entramos en barrena en la cantidad de cosas que ellos saben porque las vieron sus
abuelos: la caída del Imperio Romano, los Aztecas, a Renoir cuando pintó no sé qué
cuadro, el meteorito y los dinosaurios…y siempre termina surgiendo un tema que los
atrapa, así que ahora estamos viendo la historia de Pompeya que no tiene nada que ver
con África pero sí con los volcanes y entraremos en África de mano de los gladiadores
en breve (porque el abuelo de Lautaro también vio a los gladiadores).
El año pasado, en el primer día de clase del magisterio, mi maestra de teatro, y ahora
buena amiga Mariel, escribió lo que sigue en el pizarrón (nuestras escuelas siguen
llenas de pizarras de las de antes, pero con la diferencia de que aquí los maestros no
lanzamos el borrador a la cabeza de nadie…aunque a veces ganas no te falten…): “Si
quieres construir un barco, no reúnas a tu gente para que busquen la madera, preparen
las herramientas y distribuyan las tareas. Llévalos, solamente, y despierta en sus
mentes el deseo irrefrenable del mar infinito”. La frase es del del Principito. El tal
Antoine de Saint Exupery, que ahora que lo pienso en mi vida he sabido cómo se
pronuncia y por eso siempre digo: “el del Principito”. La escribió, la copiamos detrás de
la carátula de la asignatura en cuestión y ahí se quedó, pero se ve que a mí se me quedo
además en alguna otra parte porque a principios de curso la recordé, la busqué y volví a
leerla. ¿Cómo aprender sin entusiasmo?, ¿cómo vivir sin entusiasmo?, ¿cómo transmitir
sin entusiasmo?. Y yo en este momento estoy entusiasmado. Me entusiasmo
aprendiéndome los árboles de nuestro “bosque – patio del recreo” con el grupo 5, me
entusiasmo al ver como los del grupo 2 y yo nos estamos aprendiendo los planetas, los
continentes y la mitología de los pueblos originarios de Tierra del Fuego, me
entusiasmo cuando veo sus caras ante las imágenes espectaculares del libro de África
que tiene la Escuela Las Lengas en esa increíble y excepcional biblioteca. Y pienso en
Miguel Ángel y en Ana y en todo el entusiasmo que también ellos me transmitieron. En
ellos y en todos mis compañeros de Asamblea, que se dejan las pestañas peleando
contracorriente por lo que creen, por lo que creemos, y me doy cuenta de la suerte que
tengo ahora y de la que tengo desde hace muchos años atrás porque no sólo ahora estoy
aprendiendo cosas, que las estoy aprendiendo, pero es ya desde hace mucho que tengo
grandes y buenos maestros y buenos amigos. Ahora lo que me pasa es que además he
encontrado un lugar en el mundo en el que uno puede ser uno mismo sin miedo al
ridículo. Ese miedo que te paraliza tantas veces, ese puto: “no pero yo no sé”, ¿y dónde
mierda está escrito que no puedes o no sabes?. Hay cosas que son hechos y otras opiniones (eso lo aprendí en ACPP a la 78ª que monté el “poco liviano” VeoVeo). Un
hecho por ejemplo es que yo soy incapaz de calcular el tipo de cambio así Miguel
Ángel Blanco monte todo un sistema de cigarrillos y cerillas sobre la mesa, pero el resto
no…y uno se relaja tanto cuando se quita eso de encima. Al menos yo. Y pienso en más
gente: en Mercedes Morillo y el baile, en Amaia y sus danzas africanas, en Lamparero y
Armesto con sus tambores y Ruibérriz con su batería, en Doña Anisida y su mala honda
cuando ya en tercero de EGB (8 años) me dejaba fuera de las actuaciones de flauta
porque desafinaba como un descosido…y en medio de tanta reflexión y casi 31 años
después decidí metérsela doblada a Doña Anisida y me metí en la banda de música que
se formó en el marco del Festival de Danzas Circulares de Ushuaia. “Reflexionado”
pero consciente también de mis habilidades, agarré dos “palitos” llamados claves
porque imaginé que mucha ciencia no debían de tener…pero fue como con los cigarros
y las cerillas de Miguel Ángel…la percusión aguda da la contrarréplica a los tambores,
así que estuve 6 días perdiendo el ritmo sin parar pero feliz porque no me echaron de la
banda…..besos a todos y todas.


Cris

1 comment:

Chus said...

Bufffff, vaya pasada. Comienzas a dar mucha envidia y admiración. Aunque no le conozca, felicita a Cris, tiene un don.